Domingo: el día más odioso de la semana. Hay que decirlo

¿Por qué el domingo tiene esa percepción tan distinta?

El domingo es quizás el día más importante para las familias, un día casi sagrado. Pero también es el día más odioso de la semana, hay que decirlo. Y aquí hay un asunto: lo consideramos como el séptimo día de la semana civil, aunque en realidad es el primero, según indican los antecedentes del catolicismo.

Se dice que los apóstoles de Jesús se reunían este día, primer día de la semana, para la partición del pan. El nombre proviene del latín dies Dominicus (día del Señor). Además, los cristianos celebran la resurrección de Jesús el Domingo de Pascua, dos días después del Viernes Santo, el día de su crucifixión, de ahí que el llamado a misa sea ese día.

Muchísima gente trabaja normalmente en domingo, pero es notorio que casi todos, laboralmente hablando, siguen la semana inglesa en la que existe un «fin de semana». Además, es el día familiar por excelencia en todo el país porque la gran mayoría descansa. Y hay fiestas infantiles, reuniones, paseos, comidas, etc. Día de convivencia pues.

Organización Internacional de Normalización

La Organización Internacional de Normalización (International Organization for Standardization, ISO) fue instituida para la creación de estándares internacionales. Fundada el 23 de febrero de 1947, la organización promueve el uso de estándares propietarios, industriales y comerciales a nivel mundial y su sede está en Ginebra, Suiza.

Pues los del ISO tienen el estándar 8601 del año 2004, que estableció que la semana comienza en lunes y termina en domingo, considerándolo el último día de la semana. Así que será religiosamente el primero, pero operativamente es el último. ¡Pero en ningún caso se le quita la odioso a este día!

¿No se han dado cuenta que este día se aprecia, se percibe como domingo? Es una «vibra», un halo que lo distingue y en el que todos somos partícipes de manera inconsciente y generalizada. Todos nosotros le conferimos ese estatus al domingo, día mustio, de doble moral, que tan sólo es la atesala del día lunes. Y los lunes son mejores que el domingo. Hay que decirlo.