Los que saben

Cannabinoides: ¿qué son y para qué sirven?

¡Conozcamos a María y sus cannabinoides!

Cannabinoides, cannabidiol, endocanabinoides, psicoactivo, tetrahidrocannabinol. ¿Cuántas de estas palabras buscaste en el tumbaburros moderno, o séase San Google o Wikipedia?

Si fueron más de dos, te falta conocer un poco más a María (así de cariño a la María Juana).

Ya hemos platicado que la cannabis no sólo sirve pa’ ponerse chido. Los científicos han descubierto que esta planta milenaria tiene más de 500 compuestos químicos, y más de cien son cannabinoides.

No se han podido estudiar todos con profundidad porque ha estado prohibido en muchos países, pero poco a poco ha ido cambiando el panorama (luego platicamos dónde es legal la investigación de la ‘mostaza’).

Para que no nos agarren como venado en carretera cuando nos hablen de que si el aceite de CBD te quita lo feo, que si la mota que nos vendieron tiene 20% de THC y te manda al espacio sideral, que si el CBG tiene propiedades que curan hasta el mal de ojo, mejor, vamos por partes. Sí, como en la colonia Doctores de la CDMX (chiste chilanguillo).

¿Qué son los cannabinoides?

¿Qué son los cannabinoides?

La cannabis tiene ingredientes activos conocidos como cannabinoides. Son sustancias que interactúan con receptores cannabinoides de nuestro cuerpo. ¡Sí, nosotros también tenemos nuestros propios cannabinoides! Son conocidos como endocannabinoides, pero del sistema endocannabinoide hablamos después con más calmita.

Los cannabinoides contenidos en la planta son conocidos como fitocannabinoides (en el medio cannábico cuando se habla de cannabinoides generalmente se refieren a estos, pero ojo, ya sabes que lo del cuerpo humano se llaman diferente, pa’ que no te mareen) y tienen actividades biológicas muy distintas en nuestro cuerpo.

Para conocer con más puntualidad estos efectos se requiere una investigación profunda a nivel mundial, la cual afortunadamente va avanzando en varios países. Israel es punta de lanza en este menester con el Dr. Raphael Mechoulam, a quien le conocen como el padre del THC.

Hasta la fecha, diversos investigadores alrededor del mundo incluido el Dr. Mechoulam (quién por cierto, acaba de cumplir 92 años) han podido aislar de la planta al menos 100 fitocannabinoides. Cada uno de estos, provoca efectos diferentes en nuestro cuerpo y eso es lo que han querido conocer los científicos.

También hay cannabinoides sintéticos, es decir, fabricados en un laboratorio, pero son altamente peligrosos para la salud. Aléjense y díganselo a quien más confianza le tengan: NO ES RECOMENDABLE SU CONSUMO.

Bueno, vamos a revisar los cannabinoides más conocidos.

Existen cuatro tipos de cannabinoides.

THC, el que pone chido.

Delta-9-tetrahidrocannabinol, mejor conocido como THC, es el fitocannabinoide más abundante en la mayoría de las variedades de la cannabis (esto ya lo estudiamos en el artículo anterior) y el que tiene el efecto psicoactivo más potente. O sea, es el que pone chido o, como dicen los españoles, el que da el colocón.

Pero no nada más es el psicoactivo y divertido de la planta, hay muchísimos estudios y personas en franca mejoría de su salud que demuestran su bondad en el cuerpo para el tratamiento de diversas enfermedades. La combinación que tiene con otros cannabinoides en nuestro cuerpo es muy significativa.

Este cannabinoide está presente en las variedades índicas y sativas. Hoy hay muchísimas cepas que buscan altos niveles de THC para que se pueda utilizar de manera recreativa y es el más valorado entre la comunidad que la utiliza de manera psicoactiva (ya quedamos, cada quien sus enervantes y aquí respetamos eso).

CBD, el relajante y el que está de moda.

Cannabidiol o CBD. Junto con el THC, es uno de los cannabinoides más importantes de la cannabis. Dependiendo de la especie y de la cepa, varía su contenido en la planta.

A diferencia del THC, el CBD antagoniza los efectos de éste primero. Se ha vuelto muy popular, pues derivado de muchos estudios y de millones de testimonios en el mundo, se le reconocen más efectos beneficiosos para el tratamiento de algunos síntomas y enfermedades, sin generar el efecto psicoativo, o sea, es medicinal y no pone chido.

Seguro has visto muchos anuncios de aceite de CBD que cura hasta el mal de amores. Además de que eso NO ES CIERTO, mi recomendación es que, siempre, siempre, te dirijas con un médico especialista en cannabis, un endocannabinólogo certificado, obvio.

La medicina cannabinoide es compleja y debe ser personalizada. No es para cualquier persona, el profesional de la salud tiene que hacer un análisis de la interacción de la sustancias y ajustar la dosis requerida en un tratamiento muy puntual con base en las características de cada paciente.

Además, es preciso verificar la procedencia, la calidad y el contenido del producto. No consumas cualquier cosa que recomiendan las amigas de tus tías.

CBG, prometedor, pero impopular.

El cannabigerol o CBG, se forma durante el crecimiento de la planta del cannabis, es decir, es el primer cannabinoide sintetizado por la planta y es el precursor químico de los otros cannabinoides.

Las investigaciones realizadas hasta el momento, lo ubican como un potente antibacteriano y antibiótico. Sin decir que cura el cáncer, existen estudios que demuestran una mejoría en pacientes con cáncer que han sido tratados con este cannabinoide.

El CBG no es psicoactivo y tiene los deseados beneficios terapéuticos de la planta, pero su concentración en la planta es baja por lo que es difícil de aislar y producirse en grandes cantidades. Esto lo hace menos popular que al CBD, cuya concentración es mucho más elevada en la planta, pero también tiene mucho que ofrecer.

CBN, oldie, but goodie.

CBN o cannabinol, fue el primer cannabinoide en ser aislado de manera pura en 1896. En un principio, se le atribuía la «elevación cannábica», hallelujah, pero luego descubrieron que más bien era el THC el que ponía chido.

El CBN se produce cuando es expuesto al calor y a la luz, es decir, es producto de la oxidación del THC. Esto pasa cuando la cannabis ha estado demasiado tiempo almacenada; es decir, la cannabis «vieja» tiene altas concentraciones de CBN.

Este compuesto ha demostrado tener efectos sedantes importantes. Pero como lo mencionamos, aún falta mucha investigación por hacer.

Terpenos y flavonoides, ¿y esos Kheé?

La cannabis, como ya lo mencionamos, tiene más de 500 compuestos químicos, pero es importante mencionar a los terpenos y los flavonoides.

Los flavonoides son los pigmentos naturales de la planta y los terpenos son compuestos que le dan el aroma característico a la cannabis. En general, en todas las plantas los terpenos y flavonoides ejercen distintas funciones, las dos principales son la protección frente a los insectos y animales herbívoros.

En la cannabis, estos principios activos tienen acción farmacológica (modificaciones que se producen sobre las funciones del organismo) y son importantes porque en combinación con los diversos cannabinoides, los flavonoides y los terpenos, actúan de manera sinérgica o asinérgica creando un efecto importante en el tratamiento de diversas enfermedades.

Así funcionan los cannabinoides.

Cada combinación produce un efecto diferente, sin embargo, falta mucho investigar y por aprender de estos compuestos, los efectos de sus combinaciones con los distintos cannabinoides, las concentraciones y las dosis requeridas.

Bueno pues, ya les di una embarradita de los cannabinoides que más se utilizan y que han cobrado mayor relevancia en la investigación y uso medicinal. Obvio, hay mucha, mucha información al respecto, pero qué tal que se me duermen. Mejor de a poquitos.

Conocer esta planta significa un consumo y uso responsable, cualquiera que sea el que le vayamos a dar.

Gracias por llegar hasta aquí.

Fuentes utilizadas:

  • Kratz; García de Palau. Manual sobre cannabis medicinal. Kalapa Clinic. Barcelona. 2018.
  • Di Marzo, V. Cannabinoids. Institute of Biomolecular Chemistry. Consiglio Nazionale delle Riecerche. Pazzouli, Italy. 2014.
  • De la Fuente, et. al. Marihuana y Salud. FCE. México. 2017.