Bitácora

Acaparamiento de vacunas

¡Y que comience el turismo de vacunas!

¿Quieren esperar? Esperen. ¿Quieren viajar? Háganlo.

22 Abr, 2021

¿Hay acaparamiento de vacunas? Qué caray.

En febrero pasado, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó que el acaparamiento de vacunas amenazaba (o amenaza) el suministro a través de COVAX, que es la colaboración para un acceso equitativo mundial a las vacunas contra el COVID-19.

«No podemos vencer al Covid-19 sin equidad en las vacunas. Nuestro mundo no se recuperará lo suficientemente rápido sin equidad de vacunas, esto está claro», dijo. Tiene razón.

Sin embargo el orden de las cosas no es así: cada nación resuelve para sus propios intereses lo que necesite, disponiendo para ello de sus recursos, generados a través de los impuestos de sus ciudadanos. ¿Es inequitativo? Probablemente.

Pero desde el punto de vista político a nivel local, es lo oportuno: cada líder garantiza primero la salud de sus connacionales y, pasada la emergencia, podría colaborar para ayudar a naciones en necesidad. Primero mi casa, luego la tuya.

Tal como hace cualquier nación del mundo o comunidad, cuyas posibilidades de ayuda ocurren cuando se ha resuelto lo inmediato para sí mismos. Qué bueno, qué malo, quién sabe, pero así es la vida.

¿Todo bien en casa?

No, no todo está bien en casa. No puede estarlo si tu propio presidente desestimó el problema de una pandemia, enalteciendo las tradiciones milenarias de los pueblos indígenas a los que, cabe recordar, España les debe una disculpa.

Del «no pasa nada, salgan, abrácense» llegamos en un abrir y cerrar de ojos a medio millón de muertos por Covid-19. No bastó la sabiduría de la no primera dama, quien urgió a los laboratorios a que se apuraran con las vacunas.

Esto es lo que nos tocó: el presidente más incompetente e ignorante al frente del mayor problema de salud en los últimos 100 años. Su terquedad es de comedia, a costa del bienestar de millones que no merecen sufrir carencia alguna cuando de salud se trata. Pero es lo que hay.

Turismo de vacunas. ¡A por ello!

¿Por qué no? Si lo puedes pagar, disfruta. Escapa de la mediocridad y falta de previsión, accede a una vacuna y respira más tranquilo gracias a que pagaste de tu propia bolsa esos gastos. ¿Que el gobierno las aplicará gratuitamente? Felicidades, pero que espere el que quiera o quien no tenga visa, aunque no todo es Texas, Florida o Alaska (este último a partir del 1 de junio) ¿eh? Hay más destinos.

Por ejemplo, el ministro de Turismo de Maldivas, Abdulla Mausoom, anunció el plan de reactivación basado en “visit, vaccinate and vacation” para atraer al turismo internacional. Un gran plan para quienes deseen vacacionar en el país insular del Océano Índico que, además, depende en gran medida del turismo. 

Una pena que México tenga que mendigar donde se pueda, cuando de haber existido fondos suficientes, habría hecho compras de vacunas en el momento adecuado y hasta haría el Paquete Vacunes en la Riviera Maya. Pero eso era en la época neoliberal, hoy es más trapiche la cosa.

Si al menos el Conacyt hubiese apurado este tema hace un año, otra cosa sería. Pero es que se atoraron un poco con los respiradores, además de que los asuntos chamánicos y propagandísticos los tienen a agenda llena.

El acaparamiento de vacunas existe, pero también el turismo.

Mientras es una cosa u otra, cuídense y consulten a su agente de viajes.

Lo bueno es que el tata Slim a través de su fundación puso su granito de arena, no sin encontrar negocios de paso porque, oigan, gratis nomás la sonrisa. Y depende.

Los voceros de la podredumbre demagógica critican mucho a quienes van a Texas a vacunarse porque, dicen, de esa manera «contribuyen al criminal acaparamiento que está dejando sin vacunas a millones de personas en otros países». Son malos y egoístas los poseedores de visa y tarjetas de crédito.

Yo espero acudir a alguna bonita ciudad texana cuando esté en posibilidades porque, primero, puedo hacerlo y, dos, odio esperar y hacer filas. Si las dosis estuviesen disponibles para la compra y venta me traería algunas, así como cuando traías un souvenir de Disneyland a tus primos.

Es más, las nenis estarían haciendo gran negocio entregando en muchos puntos de la ciudad, pero ni hablar, no es posible.

Que siga el Ejército con sus asuntos al acaparar las vacunas y administrarlas conforme el plan electorero del presidente y se resuelvan las cosas en la medida de lo posible. O no, qué le vamos a hacer. ¿Pero darle las gracias al presidente por lo que es SU obligación? Eso ya es falta de autoestima.

Aunque los chairos también tienen otras alternativas si es que no desean esperar: podrían ir a Rusia, Serbia o Cuba y, de paso, publicar en Instagram su gran aventura. Cada quien su dinero y su tiempo, como debe ser.

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