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Muerte súbita cardíaca en la cancha: tragedia repentina del futbol

¿Por qué los jugadores son víctimas de este mal?

14 Jun, 2021

Christian Eriksen asustó a todos en la Eurocopa. Se temía una muerte súbita cardíaca, pero se encuentra estable en un hospital.

La parte médica no tiene certeza de qué pudo llevar al desvanecimiento del futbolista danés Christian Eriksen. Se temía que el jugador fuese víctima de muerte súbita cardíaca, pero la buena noticia es que se encuentra estable y en recuperación. Por su parte, el director ejecutivo del Inter de Milán, Giuseppe Marotta, dijo en una entrevista con Rai1 Sport que el jugador no había pasado por covid-19 ni había recibido la vacuna contra la enfermedad.

El partido entre Dinamarca y Finlandia de la Eurocopa fue suspendido momentos antes de finalizar el primer tiempo, luego de que el danés Christian Eriksen se desvaneciera en el campo de juego. No hubo contacto de otro jugador, simplemente cayó al césped, lo que alarmó a todos.

Su compañero Simon Kjaer fue quien puso en posición al jugador para que le practicaran RCP y se encargó de llamar a los médicos que lo atendieron en la cancha. Pero también tuvo un gesto de respeto al hacer que el equipo lo rodeara para evitar que las cámaras lo grabaran, además de estar con la familia de Eriksen en medio de un shock transmitido en vivo. 

Se temía lo peor, pero Eriksen fue llevado a un hospital donde fue estabilizado, según reportó la UEFA. Tras la noticia, clubes y futbolistas salieron a desearle lo mejor. ¡Y cómo no! ¿Pero qué tanto ocurren este tipo de accidentes? Tal vez más de lo que uno se imagina.

Se calcula que esta afección se produce en 1 de cada 100,000 deportistas y se manifiesta de forma repentina en jugadores que muy probablemente desconocían que tenían una enfermedad cardíaca congénita, ya sea en el tejido muscular o anomalías en las arterias coronarias. En un momento están bien, al otro, el corazón es sobrepasado por el esfuerzo físico: deja de funcionar correctamente a causa del engrosamiento continuado de sus músculos, con algunas contusiones contra la pared torácica en un momento vulnerable del ciclo cardíaco. 

Muchas de éstas son evitables y, por supuesto, los médicos deportivos realizan electrocardiaogramas, ecografías y muchos estudios más a sus jugadores: deben garantizar que tengan un óptimo estado de salud, por ellos mismos y por la inversión que hacen los clubes en su propia plantilla. Se deben a la afición, pero el futbol es negocio.

La medicina deportiva trabajando en sus jugadores

Un estudio de la Universidad St. George’s de Londres evaluó a 11,168 futbolistas durante 20 años, de 1996 a 2016, dando como resultado que 42 de ellos, un 0.38 % del total, presentaban irregularidades cardíacas. De esos casos, un 93 % no presentaba síntomas, pero fueron tratados y continuaron su actividad física con normalidad. A dos jugadores se les recomendó abandonar la práctica deportiva, cosa que rechazaron, falleciendo años más tarde.

Las características que llevan a estos casos son mucho más fatales cuando se combina con ejercicio físico intenso. Se trata de una condición a menudo hereditaria y, como explica el Dr. Sanjay Sharma, de la Sociedad Europea de Cardiología del Deporte (ESSC), «sólo el 20 % presentan síntomas visibles, para el otro 80 % el primer síntoma es la muerte».

Tal fue el caso de jugadores como Christian Benítez, fallecido en 2013, jugando en el Eljaish Sports Club de Qatar. Davide Astori, capitán de la Fiorentina, murió el 4 de marzo de 2018 debido a una muerte súbita cardíaca, antes de un partido de liga contra el Udinese. O el futbolista español Antonio Puerta, fallecido en 2007 durante un partido del Sevilla contra el Getafe: tras el paro cardiorrespiratorio se le aplicó el desfibrilador y fue trasladado a un hospital, pero murió tres días después.

¡Qué afortunado fue Christian Eriksen! Al recordar los casos de tantos jugadores víctimas de muerte súbita cardíaca, siempre se teme lo peor. Y, al mismo tiempo, se muestra lo mejor de la afición, técnicos y jugadores, quienes expresan cariño y solidaridad, respirando ahora tranquilos por la recuperación del jugador danés.