Bitácora

Las redes sociales necesitan más voces objetivas

Sí necesitamos de las redes sociales, sea como sea.

20 Jun, 2021
No las necesitamos, pero hoy necesitamos más a las redes sociales.

No las necesitamos, pero sí necesitamos de las redes sociales.

Siempre hablamos de las redes sociales porque somos en ellas como nunca antes. Y realmente somos más allá de unos perfiles. Son canal de expresión y hasta terapia, pero también un fabuloso instrumento de comunicación que transformó la percepción de política y sociedad.

Pero también ese es su problema, ser vías de propaganda y acción coordinada en favor de partidos, sectores o figuras con poder, etc. Las redes sociales han sido clave para generar discursos e ideas, para impulsar o acallar; para inducir con constancia, para medir respuesta.

Se abrió una puerta que no se volverá a cerrar y, a pesar de sus negativos, sostengo que es posible mediar entre la guasa y la seriedad de lo relevante. Es posible ser objetivo en redes sociales y tejer una red en la que prevalezcan sentimientos de concordia y el razonable entendimiento.

No soy ingenuo y no hablo de ideales inalcanzables: hablo de modelos de comportamiento que tarde o temprano van a ceder. Por más propaganda que haya, por más atención que se genere alrededor de López Obrador, los hechos serán los que cambien nuevamente la percepción.

Cambio de percepción

Las consecuencias de un mal manejo financiero del Estado pueden provocar estragos. El crecimiento de la inseguridad viene después. Y entendamos que el movimiento de un país es mucho más lento por sus propias dimensiones: Lo que falle el día de hoy, se resentirá dentro de meses, quizás años.

Lo mismo en las buenas acciones o planes de desarrollo: gradualmente tienen lugar y se aprecian los beneficios tiempo después, como un NAICM. La obra fue cancelada aún a pesar de las proyecciones de negocio que implicaba y del obvio desarrollo y bienestar derivados. Suena a discurso, porque esa ha sido siempre la comunicación de los servidores públicos.

Repito el ejemplo por su contundencia: la estupidez y la terquedad se impusieron para mandar a la basura miles de millones de pesos. Ese solo hecho, sumado a obras sin sustento o la cancelación de otras, más las promesas de apoyo en diversos programas, serán un desastre. Quisiéramos que no fuera así, pero no hay dinero que alcance. Y menos cuando no se incentiva la recaudación y existen malas finanzas. El aislamiento del mundo se perdió para siempre: estamos encaminados en la ruta donde mandan las ganancias más que las ganas de hacer.

Por más trolles o partidiarios del insulto que haya, estoy seguro de que hoy más que nunca necesitamos comunicarnos en redes sociales. Y por supuesto que habrá mame y sentido del humor, pero también llegará la madurez digital de la mano de los hechos. 

Se trata de ser objetivos y de que con personajes o no, nunca dejemos de intercambiar ideas. Tarde o temprano, en internet todos tendremos nombre y apellido y ya no será sólo un escape virtual, sino un asunto de responsabilidad.