Bitácora

La risa y el sentido del humor: eso que ignoran los fanáticos

¿Por qué no ríes?

La risa es instintiva, un recurso de socialización o aceptación. El sentido del humor, creatividad e inteligencia, y depende de cada cultura.

11 Jun, 2021
La risa y el sentido del humor.

Es una respuesta biológica, pero la risa también es un placer.

Una cosa es la risa y otra el sentido del humor, pero el último sin duda que provoca a la primera. Robert Provine, neurobiólogo del comportamiento de la Universidad de Maryland, sostiene que la risa es un balbuceo lúdico, instintivo, contagioso, estereotipado, control inconsciente o involuntario.

También afirma que raramente se produce en soledad, pero me imagino que el señor no tomó en cuenta el papel de las redes sociales en ese hecho: no sólo somos capaces de sentirnos acompañados por su interacción, sino que reímos solitarios viendo la pantalla de nuestro dispositivo a pesar de aislamientos y diferencia de horarios.

La risa se inicia hacia los cuatro meses de edad y constituye una forma de comunicación innata heredada de los primates. Es instintiva. Está íntimamente relacionada con el lenguaje y es un mecanismo de defensa, pero también un recurso de socialización o adaptación. Y al desarrollarse nuestro intelecto y creatividad, se asocia al sentido del humor, el cual depende de cada cultura. Es el placer de lo inesperado que libera dopamina en nuestro cerebro ante un absurdo.

En el artículo Anatomía del sentido del humor de Muy Interesante explican muy bien dicho proceso.

¿Por qué los fanáticos no ríen?

No, los fanáticos ni ríen ni tienen sentido del humor. ¿Pero por qué? La conclusión podría ser obvia: alimentan resentimientos u odian genuinamente algo o a alguien. Desde mi experiencia, se trata de un rasgo funesto y peligroso que distingue a nuestra especie y se contagia fácilmente. Me refiero a la autocompasión, un término muy exacto que fue acuñado por un amigo conocedor de la naturaleza humana.

Nacemos sin ella, pero desde el día uno somos forzados por nuestro entorno a percibir como los demás, a generar en consecuencia una personalidad. ¿Basada en qué? En las ideas y creencias de donde hayamos nacido, pero muy especialmente derivada de los sentimientos de los demás. El aprendizaje es inmediato, se imita y entra de manera directa, a menos que haya condiciones especiales a considerar en el niño o niña en cuestión.

Autores afines al Cuarto Camino expusieron algo comprobable por todos nosotros: las emociones son 30,000 veces más rápidas que el intelecto. Y si son negativas, entonces las emociones ajenas son un arma que puede ser explotada.

Las mil y un peleas en redes sociales.

En una ocasión atestigüé una confrontación en Twitter (una de miles más). Pero lo especial de ésta fueron dos aspectos. Primero, el grupo que atacaba era incapaz de entender que el tuit en disputa era una broma. No había insultos ni burlas, era un tuit con texto robado (o tuneado) y foto descargada de Google. Intencional a todas luces. Segundo, más allá del ataque a la usuaria por otras mujeres, lo relevante fue que catalogaron el tuit como un «ataque deliberado contra la red de AMLO», los llamados «Amlovers», lo cual no sólo era falso sino que ¿de dónde sacaron esa idea? ¿Qué clase de proyección sin sentido hacían?

Entonces recordé la frase contundente de Amos Oz en una entrevista con el diario El País: «No he visto nunca un fanático con sentido del humor». Y nunca los veremos: el fanatismo es un signo distintivo de nuestros tiempos de comunicación masiva e inmediata.

Lo más peligroso del siglo XXI es el fanatismo. En todas sus formas: religioso, ideológico, económico…, incluso feminista. Es importante entender por qué regresa ahora. En el islam, en ciertas formas del cristianismo, en el judaísmo…

La risa y la inteligencia.

Las personas con sentido del humor tienen una gran habilidad para interpretar el mundo que les rodea y lo hacen con desenfado. Detectan rasgos de comicidad en cualquier situación y los utilizan para compartir ideas que a veces son muy profundas. La reflexión también tiene risas. ¡Esa es una fortaleza! Sin estrés y con evidente autoestima; digamos que es una inteligencia sexy.

Investigaciones sugieren que orangutanes y chimpancés son capaces de reírse, con lo cual quizá podría sostenerse que la risa tiene un origen evolutivo y genético. Nuestra especie es lo más refinado entre los primates, aunque prevalecen comportamientos de manada en los que individuos replican los movimientos de un grupo más allá de su propio pensamiento.

Es un sentido de pertenencia hasta cierto punto natural, o una sensación de seguridad, como también lo es el deterioro emocional que afecta de forma irreversible al pensamiento (si es que o hubo). O estamos ante la evidencia de una genuina involución, o bien se han agrupado los más débiles y menos capaces, los descartados e idiotas que son prescindibles en cualquier ámbito.

Pero de que es más agradable la compañía de un chimpancé que la de un chairo, sí, definitivamente. Los chairos no tienen sentido del humor y los chimpancés sí pueden reír.