Luz y Fuerza del Centro: una historia de incompetencia y corrupción
Empresa mediocre y llena de corrupción: eso era Luz y Fuerza del Centro.
Los del sindicato de Luz y Fuerza siguen dando de qué hablar.
El domingo 11 de octubre de 2009, el gobierno federal emitió el decreto por el que se extinguió al organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro.
La noche anterior la Selección Mexicana jugó contra El Salvador y aseguró su pase al Mundial de Sudáfrica 2010 con un marcador final de 4 a 1.
Mientras todos festejaban, el gobierno entró en acción y ocupó las instalaciones de Luz y Fuerza. Se acabó la fiesta para 44,300 trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
¿Por qué se extinguió a Luz y Fuerza del Centro?
De ellos recuerdo dos cosas: mediocridad y rezago. Ir a sus oficinas para una aclaración era retroceder en el tiempo. Y si quieres, porque es lo que había. Y justamente ese fue el argumento con sustento jurídico del gobierno federal. Sus costos casi duplicaban a sus ingresos por ventas.
Además, registraba un pasivo laboral de 240 mil millones de pesos, de los cuales solamente 80 mil millones correspondían a trabajadores en activo y 160 mil millones al personal jubilado.
En 2008 Luz y Fuerza del Centro perdió 32.5% de la energía que compraba y generaba para vender.
¿Cuántos diablitos u omisiones habrán existido? Dinero fácil para empleados corruptos y ciudadanos coludidos con un daño al patrimonio nacional.
Nuevas reglas del juego.
La nueva regulación del sector eléctrico tiene una visión moderna: abandona el monopolio vertical de la CFE y abre el mercado.
Un sector eléctrico eficiente, seguro, limpio y con precios competitivos sólo es posible mediante la competencia, con reglas claras donde oferta y demanda llegan a un equilibrio.
En la página del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), confirman que existen 71 participantes en el mercado eléctrico mayorista.
¡El SME participaría en esas nuevas reglas del juego! Lo cual era una gran noticia pues se trataba de exempleados de Luz y Fuerza que forman parte de una nueva empresa: Suministro Básico del Centro (Subace).
Así competirían por un mercado en la región centro del país con más de 6 millones de usuarios, entre hogares y comercios.
Lo bueno y lo malo.
Los compromisos del pasado.
El presidente López comentó en la conferencia matutina del 25 de enero de 2019 que «buscaba una solución al conflicto que se originó con el despido de Luz y Fuerza del Centro».
Y le pidió a la secretaria de Energía, Rocío Nahle: «tenemos que buscar la forma de unificarlos, sobre todo a los trabajadores. Tomando en cuenta la opinión también de los antiguos dirigentes.»
«Era el sindicato posiblemente más democrático de México durante muchos años, hasta que lo quebraron, lo destruyeron con saña en el periodo neoliberal».
Muchos trabajadores del SME fueron liquidados o estaban en ese proceso, mientras que en 2019, otros estaban listos para competir en servicio y calidad. Como los cánones de la competitividad (cosa neoliberal) lo indican (y la objetividad).
Pero no es novedad que el propio sindicato fue un patrocinador de las campañas presidenciales de López y, por lo mismo, existen compromisos políticos que lo atan a dicha organización.
Además, Andrés Manuel es un hombre reacio a la modernidad que no se entera y sigue pensando en paternalismos, en cultivar clientelas. No se empeña en regresarnos al pasado: él vive en el pasado, pues se trata de un conservador cuya visión de futuro es digna de los años 70.
